En medio de la calma del dólar blue y las divisas financieras, pese a la reciente baja de las tasas, crece la expectativa sobre los próximos pasos
En un escenario en el cual el dólar blue y las divisas financieras se mantienen calmas, y la inflación de marzo estiman que fue similar a la de febrero, en un rango de entre 11% y 14%, la incógnita en el mercado es que hará el Banco Central en abril con la tasa de política monetaria y qué puede pasar con el rendimiento de los plazos fijos.
El BCRA dispuso a partir del 12 de marzo bajar la tasa de interés de los pases pasivos de 100% a 80% TNA, y eliminar la tasa mínima del plazo que hasta ese momento era de 110% anual con lo cual ofrecía un rendimiento mensual de 9%.Tras la medida de la entidad monetaria, los bancos inmediatamente comenzaron a ofrecer una renta muy inferior, y ahora todos los bancos confluyeron a pagar 70% anual.
Esto implica que una colocación tradicional a 30 días tiene una rentabilidad mensual en torno a 5,8%. Este porcentaje representa una caída de 40 puntos porcentuales al año respecto a lo que se otorgaba antes de la medida.
La baja de la tasa no tuvo un gran impacto sobre el valor del dólar blue, que se mantuvo estable apenas un poco por arriba de $1.000 en un contexto de deterioro del poder adquisitivo llevó a los ahorristas minoristas que se sobredolarizaron antes de las elecciones a vender sus billetes para cubrir gastos.
En este contexto, las opiniones de los analistas discrepan, hay quienes vislumbran que el BCRA podría bajar nuevamente la tasa para seguir licuando sus pasivos y sanear su balande, y quienes creen no hará cambios.
Tasa: ¿BCRA volverá a bajar la tasa en abril?
La economista Natalia Motyl consideró que «hoy la prioridad del BCRA es tratar de reducir los pasivos de su balance, por lo que todas las políticas estarán destinadas a resolver ese problema». Y alegó que «en ese sentido, es de esperarse que las tasas de interés vuelvan a reducirse, fundamentalmente para bajar la presión de la deuda remunerada y resolver el problema de la emisión futura en los próximos meses».
Según su visión, «el contexto actual es propicio para llevar a cabo este tipo de políticas, la inflación se está desacelerando, fundamentalmente la núcleo, que es la más difícil de bajar y excluye los elementos más volátiles, la brecha cambiaria se está reduciendo y los mercados le han dado un voto de confianza a la actual gestión».
La analista argumentó que con la llegada de la cosecha gruesa «se entra en un periodo en el cual hay una mayor liquidez, por ende, una mayor oferta de dólares, por lo que todavía hay margen para seguir bajando las tasas de interés».
«Hoy el BCRA trata de revertir lo que sucedía en el 2023, en el cual la autoridad de política monetaria iba detrás de la inflación.Busca que la tasa de interés le ponga un techo a la inflación y no sea el piso, como ha sucedido hasta no hace pocos meses», subrayó. A su criterio, de concretarse en abril una reducción de la tasa, «el BCRA esta vez va a ser un poco más prudente y la reducirá en alrededor de 200 y 300 puntos básicos».
A su vez, Emiliano Anselmi, economista jefe de PPI evaluó que «puede ser que la bajen mientras esté el cepo». Y esgrimió que «de hecho el mercado se anticipó a eso en la licitación de deuda del Tesoro de la semana pasada prefirieron garantizarse una tasa de 5,5% mensual a 300 días (en LECAPs) que ir renovando plazo fijo a 30 días a 6%».
Sobre el resultado de la licitación de deuda, en Adcap Grupo Financiero también señalaron que el hecho de que la LECAP cortó en una tasa mensual efectiva de 5,5% por debajo de la tasa del plazo fijo «nos habla de cierta expectativa de que el BCRA continúe bajando las tasas de política monetaria».
Tasa: las razones para no bajarla
Juan Manuel Truffa, director de Outlier, planteó que «reducir la tasa aún más, estaría forzando acelerar todavía más la licuación, y comprimiría mucho más el spread bancario, no estamos trabajando con un escenario de nueva baja de tasas».
«No creemos que dispare algún problema, pero quizás en el balance de beneficios y riesgos no ve un beneficio muy claro,porque el canal de crédito tampoco se favoreció mucho con la última baja. No se han visto efectos negativos, pero ante lo inocuo, tal vez convendría no tomar ese paso adicional y exponerse a un riesgo mayor», razonó.
Por su parte, Tobías Pejkovich, economista jefe de Facimex Valores comentó que «no creo que el BCRA baje nuevamente las tasas en abril ya que la inflación de marzo sería similar o algo superior a la de febrero» por lo cual juzgó que la entidad «va a mantener la tasa en los niveles actuales en el segundo trimestre, la cual seguirá corriendo por abajo de la inflación y contribuyendo a la licuación de los pasivos remunerados». Y recalcó que «de cara al segundo semestre, veo nuevas bajas de tasas inducida por una desaceleración inflacionaria».
En sintonía, Eliana Scialabba, Directora Ejecutiva del Centro de Estudios Económicos Argentina XXI (CEEAXXI) prevé que «durante abril no habrá una nueva reducción de la tasa de interés, ya que la inflación de marzo se ubicará en torno al 12%, debido a que es un mes con fuerte estacionalidad». Y afirmó que «dado que se puede mantener aún durante algunos meses una inflación de dos dígitos por la corrección de precios relativos, no hay mucho margen para seguir bajando la tasa en el corto plazo, ya que podría desembocar en un mayor desarmado de plazos fijos».
La analista estima que «recién con una inflación consolidada de un dígito, que aún no está dentro de nuestros cálculos, podría llevar a un nuevo recorte de la tasa». Y sostuvo que «uno de los grandes objetivos de la política monetaria que lleva adelante el BCRA es su plan de limpiar los pasivos remunerados a través de una reducción constante de tasas, que mientras el flujo de pesos no pase a los dólares paralelos de forma abrupta, por ahora se mantiene como una estrategia viable».
Asimismo, Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, sostuvo que «una nueva baja de tasas del BCRA la vemos más en mayo que en abril».
«Es cierto que cuánto más se desacelera el IPC, el BCRA gana margen para seguir en su política de baja de tasas y de reducir el peso del pago de intereses de su deuda. Pero hay varios factores en lo inmediato que ponen un manto de prudencia. Por un lado, la postergación de subas de regulados, que afectarán a las próximas lecturas del IPC. Por otro, habrá que ver la velocidad a la que se pretende acumular reservas en medio de la cosecha, algo que presiona a la expansión de la base monetaria. Y, también, si sube o baja el riesgo político; recordando que el gobierno estará en medio de la discusión con las provincias por la Ley Bases, el acuerdo fiscal y el Pacto de Mayo, y habrá que ver si hay novedades sobre el tratamiento del DNU en el Congreso», enumeró.
Por su parte, el economista Federico Glustein argumentó: «en base a lo que vimos tras la baja de la tasa de interés, convendria que el BCRA no vuelva a aplicar una reducción para que los pases y la liquidez existente se mantengan en tasa y no migren hacia dolares u otros elementos que puedan minar la tranquilidad que ha logrado en parte en la situación financiera local».
No obstante, Glustein admitió que «una baja de la tasa también podría tener beneficios con la mejora de las condiciones crediticias para aliviar a llos sectores productivos afectados por la recesión». En tanto, alertó que «el riesgo es si la migración a dólar produce una corrida cambiaria con devaluación y si empeora y tira por la borda las mejoras en la macro obtenidas hasta el momento»,
En cambio, Anselmi aseveró que «riesgos mientras este el cepo no veo, porque el rumbo del CCL se sigue rigiendo por el esquema 80/20 (dólar blend), no por el nivel de la tasa».
Para Motyl, «entre los principales riesgos se encuentra la aceleración de la inflación y el desarme de los instrumentos en pesos, pero hoy dependerá muchísimo de la confianza en la política monetaria».
«En caso de revertirse por cualquier tipo de ruido interno o externo, puede entrar en una fuerte caída de la demanda del peso, con un piso mucho más alto del que se hubiese aplicado si se hubiese subido las tasas o reducido de manera más prudente», concluyó.