Miguel D’ Alessio

28 de marzo de 2024

Es indiscutible que el uso eficiente y responsable del agua es una necesidad común entre las organizaciones, estados y población civil. Sin embargo, los caminos para lograrlo aún son escasos y no van con la agilidad esperada: cada año aumenta en un 1% la cantidad de desperdicio de agua en las operaciones industriales. La inversión en digitalización para las industrias, junto al desarrollo de KPIs fundamentados en alcanzar operaciones sustentables, son vitales para que el sector productivo aporte a la conservación, uso eficiente y disminución en los índices de desecho del recurso hídrico a nivel global. 

El 30% del agua empleada en la industria no tiene procesos eficientes en su uso por la utilización de tecnología obsoleta, lo que es preocupante si consideramos que cerca de 3.6 billones de personas no acceden al agua, lo que agrava la desigualdad y pone en peligro la salud y el bienestar de comunidades enteras.

Las redes de agua también juegan un papel importante en la crisis climática: contribuyen con 135 millones de toneladas de emisiones de CO2, sin embargo, la transformación digital de las empresas es la ruta hacia el anhelado carbon neutral. Para garantizar un acceso resiliente, sustentable, equitativo y sostenido, se necesita un cambio en la forma en que operamos y consumimos el agua.

Afortunadamente, la tecnología nos brinda cada vez más opciones para lograr esta meta y cumplir con el ODS 6, el cual desde Siemens y en muchas otras compañías, rige las operaciones.  De ahí que nos enfoquemos en 3 ejes clave para apoyar a la industria en este desafío:

  1. Transición hacia la neutralidad de emisiones donde buscamos acelerarla mediante la digitalización, la automatización y las tecnologías de gemelos digitales, para optimizar los procesos operativos con el potencial de convertirse en una industria positiva en cuanto a emisiones de CO2.
  2. Eficiencia energética a partir de la optimización del consumo de energía, desde la inversión en hardware eficiente hasta la implementación de sistemas de gestión del uso de esta, a nivel industrial. 
  3. Energía descentralizada al integrar fuentes renovables, como las fotovoltaicas, eólicas y el uso idóneo del poder energético del agua residual y de barros, previamente tratados.  

Lo anterior puede ejemplificarse en la manera en que las ciudades disponen de sistemas automatizados para detectar fallas en los circuitos de desalinización, detección de fugas, gestión de datos de los medidores y distribución del agua de forma inteligente. Como también, la administración inteligente de activos y mantenimiento predictivo -a partir de inteligencia artificial-. Y así, múltiples oportunidades de acompañar a las industrias, de cualquier rubro, a hacer un uso eficiente del agua a la vez de hacer más flexibles, resilientes, sustentables, productivas y competitivas sus operaciones.

Cada gota cuenta y la respuesta ante la crisis hídrica radica global está en cada uno de nosotros y en el rol que ejercemos en la sociedad, en el compromiso de liderar la descarbonización de las industrias, facilitar el acceso equitativo y enfocarnos en la transformación tecnológica para ser agentes de cambio positivo en la vida de las personas y sus comunidades.  

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