A largo plazo pagan una tasa más baja que a corto plazo, porque ven una desaceleración de la inflación y una nueva baja de tasa de interés
La mayoría de los bancos pagan una tasa nominal del 70% anual por un plazo fijo a 30 días, pero la bajan al 50% si el plazo se extiende a 90 días, como el caso del Banco Nación, por tomar al más grande del sistema financiero argentino.
Entre los bancos privados más grandes el escenario es similar, aunque con variaciones, ya que en algunos casos recién la bajan a partir de los 180 días, y en otros casos la bajan más todavía si se hace a un plazo de 365 días.
Lo que observan los bancos es que se viene una desaceleración de la inflación, y que desde el Gobierno lo aprovecharán para ir bajando todavía más la tasa de política monetaria, hoy en el 80%.
Plazo fijo
Ahora que la tasa de plazos fijos es libre, cada entidad pone el precio que quiere, pero siempre ligada a la tasa de pases. Por lo tanto, una nueva baja en la tasa de política monetaria impactará en una baja en la tasa de plazo fijo.
De hecho, el IPC de Libertad y Progreso arrojó un aumento de 10,6% en marzo, desacelerándose 2,6 puntos porcentuales respecto a la medición oficial de febrero (13,2%).
Baja del IPC
En la segunda semana se desaceleró al 1,6% y en la tercera se alcanzó un mínimo de 0,8%, la medición más baja desde octubre. Finalmente, la última semana del mes se aceleró hasta el 1,4%, sostiene Libertad y Progreso.
Es importante resaltar que la desaceleración del IPC de marzo se habría dado en un mes donde la estacionalidad suele jugar en contra. Sin embargo, como se ha desacelerado fuertemente la depreciación del peso, eso ha permitido más que compensar el efecto estacional.
Plan platita
Eugenio Marí, Economista Jefe de Libertad y Progreso, señaló que «la inflación que estamos viendo son los últimos coletazos de lo que fue el plan platita del año pasado».
«Lo positivo es que con la política de equilibrio fiscal y no emisión para financiar el gasto el Gobierno ha apagado los motores que empujan la depreciación de la moneda argentina. Esto es, dejamos de generar inflación futura. Algo que se observa claramente en la estabilidad que experimentan los tipos de cambio».
«La desaceleración de la inflación abre la puerta para que empiece a bajar. Es muy probable que en abril veamos un IPC de un dígito, en el orden del 9%, y que la tendencia a la baja de la inflación se consolide», arriesgan.
Inflación en descenso
Lautaro Moschet, también economista de Libertad y Progreso, señala que «la buena noticia es que a pesar de la estacionalidad que presenta el mes, el índice volvió a desacelerarse. Esto asegura el camino de que la inflación seguirá cayendo en los próximos meses«, consideró.
«Reforzando esta posición, la tercera semana del mes presentó una suba inferior a 1%, algo que no habíamos visto desde octubre del año pasado. Pero esto no fue un dato aislado, sino que al comparar cada una de las semanas de marzo con la análoga del mes anterior, sigue manifestándose la baja».
Fuente El Cronista