Con la ida del funcionario del FMI que apoyó el «Plan Platita»,  Milei ve allanado su camino hacia un importante acuerdo

13 de septiembre de 2024

Rodrigo Valdés decía que la Argentina tiene que devaluar: justo lo que no quiere el Gobierno.

Javier Milei superó este jueves un nuevo obstáculo en su camino hacia un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que le permitiría a Argentina recibir un desembolso clave para fortalecer las reservas del Banco Central y desmantelar el cepo cambiario.

El FMI accedió al pedido de Milei de remover de las negociaciones a Rodrigo Valdés, director del organismo para el Hemisferio Occidental. Este cambio responde a las críticas abiertas de Milei hacia el economista chileno, a quien responsabiliza por avalar el «Plan Platita» de Sergio Massa durante la campaña presidencial, y luego cuestionar su gestión, a pesar de haber cumplido con las metas de recorte del gasto público y frenar la escalada inflacionaria.

El conflicto radica en que Valdés considera necesaria otra devaluación en Argentina, mientras que Milei cree que esa medida haría fracasar cualquier estrategia antiinflacionaria. Además, Milei se enteró de que Valdés compartió este diagnóstico con figuras del mundo financiero, lo que lo convirtió en el principal blanco de sus quejas.

La semana pasada, el ex ministro de Economía, Martín Guzmán, se reunió con directivos del FMI en Washington y salió convencido de que pocos en el organismo se oponen a un nuevo acuerdo con Argentina. Sin embargo, el avance de las negociaciones está vinculado a los resultados de las elecciones en Estados Unidos el 5 de noviembre. Hasta entonces, no habrá decisiones definitivas sobre Argentina.

Aunque Milei apuesta por el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, el acuerdo podría concretarse incluso si Kamala Harris asume el cargo, dado que el FMI sigue la línea de la administración demócrata actual.

Por otro lado, el Gobierno no celebró el 4,2% de inflación registrado en agosto, ya que Milei había esperado una desinflación más rápida. A pesar de esto, hay optimismo en cuanto a la recuperación de la actividad económica, con una posible mejora en la construcción, la industria y el consumo.

Un ejemplo de esta recuperación es el caso de una importante cervecera, cuyas ventas cayeron un 24% en comparación con 2024, pero que comenzó a registrar un leve repunte este mes, especialmente en las marcas más económicas, lo que refleja un cambio en los patrones de consumo. Esta señal positiva ofrece cierto alivio al Gobierno, que enfrentaba encuestas con resultados desfavorables.

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