El IPC estadounidense empezó el año bajando menos de lo esperado.
La inflación de Estados Unidos se desaceleró tres décimas en el comienzo del año, al ubicarse en enero en 3,1% interanual, frente al 3,4% de diciembre, de acuerdo a los datos revelados este martes por la Oficina de Estadísticas Laborales norteamericana.
La merma es inferior a la esperada por el mercado, que preveía un índice del 2,9%. Aunque significa un retroceso respecto al indicador de diciembre, el Indicé de Precios al Consumo (IPC) estadounidense sigue sin poder quebrar el piso de 3%, algo que no sucede desde marzo de 2021.
La variación mensual, en tanto, tuvo un aumento del 0,3% en el primer mes del año, frente a un incremento del 0,2% el mes anterior. En cuanto a la inflación subyacente, que excluye energía y alimentos, se mantuvo en el 3,9%, igual que el mes anterior, mientras que a nivel mensual, subió un 0,3%.
El índice de vivienda, que se mueve con algo de retraso, siguió aumentando en enero, un 0,6%, y contribuyó en más de dos tercios al incremento mensual de todos los artículos. Los alimentos, por su parte, se encarecieron un 0,4% en enero, mientras que el índice energético cayó un 0,9% en el mes, debido en gran parte a la caída del precio de la nafta.
El IPC de enero contuvo una aceleración del alquiler equivalente de los propietarios hasta el 0,6% intermensual, mientras que el alquiler real aumentó un 0,4%. Además, los servicios de atención médica aumentaron un 0,7%, con un salto del 1,6% intermensual en los precios de los hospitales.
A dichas subas, se sumó un aumento del 1,4% intermensual de las tarifas aéreas y del 1,4% intermensual de los seguros de automóviles, lo que generó una aceleración de la inflación de los servicios básicos (excluida la vivienda).
Como contrapartida, los bienes duraderos cayeron un 0,3% intermensual, ya que los precios de la ropa bajaron un 0,7% intermensual y los de los productos sanitarios un 0,6% intermensual. Los precios de los vehículos usados, que suelen tener bastante influencia en el índice global, bajaron hasta un 3,4% intermensual.
Los datos son seguidos de cerca la Reserva Federal, que tiene como objetivo que el IPC sea del 2%, y mantiene su tasa de referencia en su máximo en casi 23 años, al ubicarse en el rango del 5,25%-5,5%. La Fed aumentó su tasa 11 veces, desde marzo de 2022 hasta julio del año pasado, en un esfuerzo concertado para derrotar la alta inflación.